Puntos clave
- Las alteraciones del microbioma en el suelo impactan en la salud de los alimentos que consumimos.
- Sin el suelo, la vida en la tierra no sería posible ya que nutre a millones de microorganismos incluidos los seres humanos.
- Prácticas agrícolas insostenibles, sobreexplotación de los recursos naturales y el incremento de la población están provocando problemas en los suelos.
Los alimentos prosperan en un suelo sano y repleto de vida: microbios, bacterias, hongos y muchos organismos más. Cuando se altera el microbioma del suelo con productos químicos o con la labranza también se alteran las importantes vías que aportan beneficios a la salud de vegetales, frutos, grano, etc.
Algunas investigaciones como el ensayo de sistemas agrícolas del Instituto Rodale en los EEUU evidencian que la calidad de los nutrientes a nivel mundial ha disminuido, ocasionando déficits de micronutrientes en toda la cadena biológica que ya alcanzaron al ser humano provocando sobrepeso y obesidad, lo que en el fondo es un reflejo de desnutrición.
El suelo es la base del hábitat de los microorganismos, las plantas, los animales y los seres humanos. Sin él, la vida en la tierra no sería posible ya que alberga miles de millones de microorganismos que nutren a las plantas y a las personas además de sostener toda la actividad humana.
Hasta el 95% de la producción mundial de alimentos depende del suelo. Sin embargo, las prácticas agrícolas insostenibles, la sobreexplotación de los recursos naturales y el incremento de la población están elevando la presión sobre los suelos. Un tercio de ellos ya está degradado y los expertos estiman que su erosión podría provocar una pérdida duradera de fertilidad para el 2050.
“Los suelos tienen un potencial limitado para hacer frente a la contaminación, por ello, la prevención de su contaminación debe ser una prioridad absoluta en todo el mundo", reclama María Helena Semedo en el último reporte de la FAO, quien recomienda que los gobiernos apliquen normas a nivel nacional que limiten la acumulación de contaminantes más allá de los estándares establecidos para garantizar la salud humana, un medio ambiente intacto y alimentos seguros. Adicionalmente, los gobiernos también deberían tomar medidas para limpiar los suelos contaminados. Según los autores de este reporte internacional advierten que es fundamental contrarrestar la contaminación procedente de la agricultura con prácticas de gestión sostenible.
El suelo cumple muchas funciones: regula los ciclos naturales del agua y el aire, así como los minerales y la materia orgánica que amortigua, filtra, limpia, transforma y almacena.
Gracias a sus mayores poros el agua de lluvia puede penetrar rápidamente en las profundidades desde donde abastece a los manantiales y a las aguas subterráneas. Esta se almacena en poros de tamaño medio y, por tanto, está disponible para las plantas durante la sequía.
Los microorganismos del suelo mineralizan la materia orgánica convirtiendo todos los residuos biodegradables en valioso humus considerado como el seguro de la vida en el planeta. ¡Sin humus no podremos ser sanos!
Es necesario asegurar un suministro suficiente de nutrientes a través de la alimentación para mantenernos sanos. El suelo también debe recibirlos para que las plantas crezcan de forma óptima. Mejorar su salud significa poner fin a las prácticas que despojan a la tierra y no le devuelven nada. Cuando el contenido orgánico del suelo cae por debajo del 2% como ocurre en toda tierra de explotación agraria, esta actúa como un colador.
El agua y los nutrientes se filtran y no están disponibles para las plantas, animales y seres humanos. De ahí nuestra frase “Sanar la tierra para sanar al hombre”. Solo una agricultura regenerativa y fértil podrá ofrecernos en el futuro, a la tierra y al ser humano, los fundamentos para una salud duradera.
Por eso es muy importante que comiences a enfocarte en el origen y la agricultura de los alimentos que consumes, de esta forma podrás mejorar tu salud.
Con cariño,
Dr. Dieter Le Noir