Su origen puede rastrearse a la India y a Madagascar
Aunque sus propiedades curativas han hecho que esta planta traspase todas las fronteras. En algunos lugares de Sudamérica se le conoce como la “hoja del milagro” por sus propiedades curativas. Sus cualidades antiinflamatorias son evidentes sobre la piel y también es efectiva para tratar forúnculos y úlceras.